H Celenis

Un poco de historia

Caldas de Reis, municipio situado al norte de la Provincia de Pontevedra, recoge en su denominación dos de sus características principales, por una parte Caldas, que hace referencia a la existencia de aguas termales, y de Reis, que hace referencia a ser cuna de reyes, en concreto de Alfonso VII (El Emperador) (1105- 1157), que fue rey de León entre 1126 y 1157.

Debido a su especial ubicación geográfica, inicio de un valle que se abre a la Ría de Arousa, fue poblada desde muy antiguo aprovechando sus fértiles tierras regadas por el río Umia y sus múltiples afluentes, con asentamientos humanos, primero en los montes que rodean el valle por parte de las culturas prerromanas (Cilenos) que habitaban sus castros, y luego con el asentamiento de los romanos, que denominaron a estas tierras "aquis celenis", y que la convirtieron en cruce de vías dirección sur-norte, con el trazado de la Vía XIX Braga-Lugo, y Este-Oeste conectando con la Vía XX Per Loca Marítima que iba por la costa, estableciendo un campamento militar (denominada quinta mansión) de la Legión X Gemina, que guarnecía Galicia, y donde los romanos disfrutaron de los manantiales termales y de la abundancia de aguas de sus ríos, llegando a darle al asentamiento la categoría de Municipio (municipium).

De la antigüedad de su poblamiento dan fe la abundancia de restos arqueológicos existentes en la zona y alrededores, como castros, dólmenes, petroglifos etc y entre los que destaca sobre todos ellos el Tesoro de Caldas de Reis también conocido como el depósito de As Silgadas, lugar en el que se encontró, y que según los estudios arqueológicos realizados, lo datan del periodo 1500-1600 a.C. y constituye a día de hoy la mayor acumulación de oro conocida en la prehistoria europea. Lo que queda del hallazgo (sus descubridores vendieron una parte importante) se puede visitar en el Edificio Sarmiento, planta 1, sala 1 del Museo de Pontevedra, existiendo una reproducción expuesta en la Sala de Exposiciones del Auditorio Municipal (Paseo Román López 9)

La huella de los romanos todavía aflora en muchos lugares, y fruto de ello son diferentes hallazgos aparecidos a lo largo de los tiempos, como parte de calzadas (empedrados) monedas, estandartes, teselas, tumbas, puentes etc.

Arte Románico

La importancia del enclave de Caldas de Reis para los romanos (municipium), favoreció que se estableciese una de las primeras sedes episcopales de Galicia en el S.IV, que luego pasó a Iria-Flavia y la posterior utilización de la vía romana por los peregrinos (a partir S.XI-XII), que desde Portugal y el sur de la Provincia de Pontevedra, se dirigían a Santiago de Compostela, dando lugar al establecimiento de Iglesias de estilo románico, todavía existentes hoy en día, aunque ya muy alteradas, como la Iglesia de Santa María (primera mitad S. XII), edificada supuestamente para sustituir a la que Almanzor había destruido cuando en 997 invadió Galicia, quedando actualmente de la obra primitiva nada más que la capilla del presbiterio con su ábside y puerta principal

A las afueras de la Villa, en la Parroquia de Bemil, sobre un promontorio que domina el Camino Jacobeo a Santiago, se construyó a finales del S. XII la Iglesia de Santa María de Bemil, del estilo románico original solo conserva el ábside, el rosetón de la fachada occidental y un tramo del muro sur.

Arquitectura Civil

La benevolencia del clima y la riqueza de sus tierras, junto a sus buenas comunicaciones, especialmente con Santiago de Compostela, hicieron que la jerarquía eclesiástica compostelana estableciera su residencia de verano en el Palacio Arzobispal, Torre y fortaleza construidas a orillas del Río Bermaña, alguna de los cuales fueron aprovechadas, según parece como residencia ocasional por la reina Doña Urraca, y en donde nació su hijo, que se convirtió en el ya mencionado Rey Alfonso VII. De dichas construcciones no se conserva prácticamente nada, más allá de parte de los restos de la muralla circundante, de hecho parte de uno de ellos, concretamente un torreón llegó hasta el siglo XIX, ubicado en lo que hoy se denomina Campo da Torre, pero tras varias décadas de abandono se decidió derribarlo para aprovechar sus piedras en la construcción del flamante nuevo templo de Santo Tomás a finales de dicho siglo, y que es la actual iglesia parroquial, pudiendo apreciarse en su ábside las ventanas originales en ojiva que tenía la mencionada torre.

La importancia de esta pequeña Villa a lo largo de los siglos y su conversión en villa de realengo, dio lugar al asentamiento de una pequeña burguesía que fueron construyendo, a lo largo de la arteria principal - actual Calle Real - que comunicaba los dos ríos principales (Umia-Bermaña), viviendas en la que pusieron escudos de familia en la fachadas, y que muchas se conservan actualmente, conformando el casco viejo de la Villa.

La importancia de esta pequeña Villa a lo largo de los siglos de la baja edad media y edad moderna, y su conversión en villa de realengo, dio lugar al asentamiento de una pequeña burguesía que construyeron a los largo de la arteria principal, de origen romano, que comunicaba los dos ríos principales, casas en la que pusieron sus escudos de familia en la fachadas, y que muchas se conservan actualmente, conformando el caso viejo de la Villa, actualmente denominado calle Real.

Hoy en día podemos encontrar algunos ejemplos de esas casas:

  • + RÚA REAL Nº 1 - Casa Bayón - Casa blasonada con los escudos de las familias Abraldes-Feijóo y de los Araujo
  • + RÚA REAL Nº10 - Casa con escudo de la familia Barba de Figueroa, todavía porticada.
  • + RÚA REAL 81 - Casa con escudo de la familia dos Mariño, con pequeño puente sobre el rio Bermaña que unía la casa con la huerta donde se ubicaba la desaparecida Torre de Doña Urraca.

La Iglesia Parroquial de Santo Tomás Bécker (finales SXIX)

Llamada así en honor al paso por la Villa del Santo Thomás Bécker de Canterbury en su peregrinaje a Santiago de Compostela en el año 1170, fue proyectada por el arquitecto Domingo Rodríguez Sesmero y construida a finales del S XIX conformando una amplia plaza, en un plano más elevado a la ubicación de la antigua iglesia de Santo Tomás (anteriormente Iglesia de Santiago) ubicada en las proximidades del manantial de agua caliente, actual plaza de Martín Herrera, que se había quedado pequeña y estaba en mal estado. Para su construcción se usó la sillería que formaba la Torre de Doña Urraca y las ventanas góticas que se pueden ver en la sacristía del nuevo templo.

Villa Termal

Durante muchos siglos el agua surgía de forma natural a modo de manantial, con muy poca infraestructura, más allá de un estanque en el que se recogían las aguas al aire libre y que se usaban para todo tipo de tareas, pero que reflejaba un muy mal estado de salubridad.

Luego de ser un atractivo para el asentamiento romano, muy aficionados al disfrute de estas aguas, y tras un largo ostracismo, a partir de finales del S.XVIII, empezó a popularizarse los beneficios de estas aguas para la salud y ante la demanda de mejoras sanitarias, se tapa el estanque al aire libre, dejando una fuente de uso público en uso hasta hoy en día. Se construye la Casa de Baños Dávila (hoy Hotel-Balneario) dispensando toda una serie de tratamiento terapéuticos, que le dieron fama, y aún en funcionamiento hoy en día y en el que destaca un extenso cañaveral de cañas de bambú único en su género.

A principios del XIX, se instala en la otra orilla (sur) del río Umia, la Casa de Baños Acuña (a partir de 1900 Hotel-Balneario), recientemente reformado y dispensando tratamientos terapéuticos y lúdicos en una extensa parcela que incluye piscina termal al aire libre.

Ambos aprovecharon la moda de la época, así como la fama histórica de estas aguas en el beneficio de la salud, dando un impulso a la economía de la Villa.

Las aguas minero-medicinales de Caldas pertenecen al grupo de aguas sulfuradas cloruro-sódicas hipertermales. Desde el punto de vista de la hidrología médica, este tipo de agua es, tanto por su temperatura como por su composición, de las más interesantes de todo el espectro minero-medicinal. Están indicadas para afecciones de vías respiratorias, reumáticas, piel, ginecológicas y quirúrgicas. Por otra parte, la fuente pública de las Burgas, con su típico marco al aire libre, permite realizar la cura hidropínica (toma de agua por vía oral). Actualmente, el sobrante de la fuente pública es recogido en un pequeño pilón a 50 mts, donde muchos peregrinos actuales se meten descalzos para reponerse de las largas caminatas.

Al tirón de los balnearios, el Ayuntamiento vio necesario realizar a finales del S.XIX un parque para disfrute y descanso de la cada vez mayor clientela de los balnearios, y para ello adquirió unos terrenos en la orilla norte del río Umia, construyendo un jardín de estilo francés (geométrico) al que se une un antiguo robledal (con muchos ejemplares de más de 100 años). Cuenta dicho jardín con árboles de gran porte y muchos de ellos singulares que le valió para ser declarado por Decreto del 5 de Septiembre de 1962 "Paraxe Pintoresca e Xardín Histórico", siendo actualmente bien de interés cultural (BIC).

Actualmente desde este parque-jardín, parte una vía peatonal aguas arriba del rio Umia por su orilla norte que llega hasta una hermosa cascada a 2 km (hoy parte de una ruta de senderismo -ruta da auga-), junto a los restos de una antigua central hidroeléctrica (de las primeras construídas en Galicia en la segunda mitad del S. XIX), e impulsada por un ilustre comerciante e industrial Caldense, Don Laureano Salgado, que desarrolló multitud de iniciativas empresariales en varias localidades de la Provincia de Pontevedra, y que tuvo su residencia en esta Villa en una casa construida en el año 1900 por Don Jenaro de la Fuente y que todavía existe hoy, en la calle que lleva su nombre.

Dicha central supuso que Caldas de Reis fuera de las primeras poblaciones en Galicia en tener luz eléctrica.

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